Casino de Artesanos

Otro lugar de reunión para Machado era el antiguo Casino de Artesanos, hoy desaparecido.

Este casino fue testigo de algunos de los episodios más singulares del paso de Machado por Baeza y es aquí donde, en una velada, se encuentra con un joven Federico García Lorca todavía más músico que escritor.

Uno de estos episodios ocurrió nada más llegar a esta ciudad e ir a presentarse al director del instituto en su domicilio.

Al llegar, le dijeron que estaba en “la agonía” y Machado respondió: “cuánto lo siento”; hasta que le aclaran que se referían al Casino de los Artesanos.

Al casino lo llamaban “la agonía”, porque sus componentes, casi todos labradores, pasaban el tiempo augurando ruinas por el mal estado de las cosechas y la falta de lluvias.

El segundo episodio, artísticamente de mayor calado, ocurre al encontrarse en el Casino de los Artesanos con un joven Federico García Lorca, todavía más músico que escritor.

El poeta granadino visita Baeza tanto en 1916 como 1917 como miembro del grupo de estudiantes de la Universidad de Granada que dirigía el profesor de Teoría de la Literatura y las Artes, Domínguez Berrueta.

En una de sus dependencias tuvo lugar una velada en que Antonio Machado recitó para los viajeros versos de Rubén Darío y fragmentos de La Tierra de Alvargonzález, mientras que el joven estudiante Federico García Lorca tocó al piano piezas andaluzas como la Danza de la Vida Breve de Falla.

La Tierra de Alvargonzález. Antonio Machado

Los Asesinos

I

(…)

Se acercaban a la fuente.

El agua clara corría,

sonando cual si contara

una vieja historia, dicha

mil veces y que tuviera

mil veces que repetirla.

(…)