
Castillo de Chiclana de Segura, Mirador

No hay mejor forma de terminar la ruta literaria del autor en Chiclana que visitando los restos del castillo.
Situado en el punto más alto e inaccesible de la localidad, el castillo está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.
Aunque apenas se conservan algunos lienzos de sus murallas, torres, aljibe y aposentos, dispone de una de las más grandiosas panorámicas que se pueden disfrutar hoy día, alcanzando la vista hasta cuatro provincias distintas (Ciudad Real, Albacete, Granada y Jaén).
También se divisan numerosos accidentes geográficos como Sierra Morena, la Sierra de Segura, la Sierra de Alcaraz o Sierra Nevada.
El castillo de Chiclana de Segura, de origen árabe y construido en el siglo XII, sobresale por encima de las edificaciones, lo que lo hizo casi inexpugnable en época de la Reconquista. Hazaña que logró Fernando III en torno al año 1235, y que poco tiempo después entregó el castillo a la Orden de Santiago, llegando a ser cabecera de la Encomienda de Montizón-Chiclana y motivo por el que Jorge Manrique reside en el municipio, al ser nombrado Comendador de la Orden.
Puede que el propio Jorge Manrique encargara una serie de obras en la fortaleza: “una escalera de caracol para una puerta falsa, dos canes, una cueva, una alacena para librería” …
Lo que sí está claro, es que Jorge Manrique hace referencia a esta fortaleza en su poema castillo de amor.
II
(…) fortaleza nombrada
está en los altos alcores
de una cuesta,
sobre una peña tajada,
maciza toda de amores,
muy bien puesta (…).
Sin duda, merece la pena acercarse a Chiclana de Segura y subir por sus estrechas y escarpadas calles para deleitarse con este espectáculo visual (también dispone de un ascensor panorámico -único en la provincia- con el que acceder directamente a la parte alta del castillo).