Plaza de San Francisco

Una de las plazas más emblemáticas de la capital es la de San Francisco, que debe su nombre al antiguo monasterio edificado a mediados del siglo XIV bajo la advocación de San Francisco de Asís.

El Convento fue demolido a finales del siglo XIX y en el terreno que ocupaba se localiza la plaza de San Francisco y el Palacio de la Diputación Provincial, proyecto del arquitecto Jorge Porrúa. Una escultura de la Magdalena orlada de crípticas inscripciones preside actualmente el patio de la Diputación, en el lugar exacto donde estuvo la capilla templaria del antiguo Convento de San Francisco. Pero como indica Juan Eslava Galán en Los Templarios y la Mesa de Salomón, antes de monasterio fue el palacio de Fernando III en Jaén.

(…) En los días siguientes recabé información sobre el palacio de Fernando III en Jaén (…) En 1354 el rey Pedro I el Cruel lo cedió a los franciscanos. Reconvertido en monasterio perduró hasta 1867, año en que fue demolido para construir en su solar el actual edificio de la Diputación Provincial (…)

Los Templarios y la Mesa de Salomón. Capítulo 17.

También Eslava Galán hace mención de la plaza y el monasterio en su obra En busca del unicornio:

(…) Y acabada la misa, que todos oímos con gran devoción nos retrajimos extramuros, saliendo por la susodicha puerta de Santa María, a la plaza del monasterio de San Francisco, donde se había aderezado la carrera, para hacer un muy lucido torneo (…)

En busca del unicornio. Capítulo IV.

En este entorno, también estaban las antiguas Carnicerías, que fueron demolidas en 1930 y su espacio también lo ganó la plaza de San Francisco.

(…) Si no llorara aquí un niño de pecho y allá se alcanzara a oír, desde detrás de las bardas del huerto de los frailes, el poderoso rebuzno del burro padre, pudiérase percibir el vuelo de una mosca de las muchas que por allí andaban entorpeciendo el sosiego y recreo de la gente, que acudían de las cercanas carnicerías, do se crían muchas y lozanas y muy picadoras. (…)

En busca del unicornio. Capítulo IV.