Plaza de Santa María (Catedral de Jaén)

Subiendo por la calle Príncipe Alfonso, accedemos a la Plaza de Santa María y a la Catedral de Jaén.

Por la belleza del entorno, así como por su tamaño, es el mejor espacio para ahondar en la mirada del poeta sobre el bombardeo de Jaén, que revela a través de los artículos que publica en Frente Sur en los días posteriores.

El autor no se encontraba en la ciudad en ese momento al estar acometiendo funciones de propaganda en el frente de Extremadura, pero su esposa sí estaba presente, por lo que debió de afectarle el bombardeo de forma especial.

(…) Jaén es bombardeada: la trilita sacude y revienta hasta las piedras más profundas de la ciudad, y se derrumban las casas, y las mujeres madres no saben en qué rincón meterse con sus hijos, y los muertos inocentes, los destrozados, son una sangrante cantidad de cabezas, de brazos, de carne desconcertada (…)

(…) ¿Ha despertado ya Jaén de su modorra incrédula y moruna? (…)”

Miguel Hernández. Frente Sur. “La ciudad bombardeada”, nº 7 –11 de abril de 1937–.

Según indica el historiador Juan Cuevas Mata en su libro “El bombardeo de Jaén”, las escuadrillas de bombarderos se desplegaron sobre la ciudad, atravesándola de sur a norte, dejando a la izquierda la Catedral que era su referencia principal (murieron 159 personas, el bombardeo que más muertes dejó en una única acción en la Guerra Civil Española).