Termas de Jabalcuz
Aunque bastante alejado del itinerario urbano hernandiano propuesto, uno de los lugares que tienen vinculación con Miguel Hernández y que merecen una visita son las Termas de Jabalcuz.
Las termas eran de los mismos propietarios que el edifico de su vivienda y del Comisariado, por lo que puede que tuviera conocimiento de las mismas por este motivo.
Hasta aquí solía pasear o caminar junto con su esposa, donde el poeta se bañaba en ocasiones en una alberca que había en la finca.
Josefina Manresa recuerda estos acontecimientos en el libro de sus Memorias: Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández:
(…) Nosotros salíamos un rato a las afueras, a una Partida que le llaman Jabalcuz. Allí había una alberca donde Miguel se bañaba. Otras veces escribía yo a máquina. Yo me quería enseñar. (…)
Actualmente, las Termas de Jabalcuz están en desuso, conservándose perfectamente el jardín histórico, un paraje de incomparable belleza, mientras que el edificio de las termas está en proceso de restauración, mejora y puesta en valor, no en vano, el jardín histórico está declarado Bien de Interés Cultural.