El Monasterio de San José del Salvador representa un hito fundamental en las fundaciones de Santa Teresa, puesto que fue la primera en Andalucía. Además, los muros del Monasterio de Beas guardan uno de los momentos más felices de su vida, pues aquí conoció personalmente al Padre Jerónimo Gracián, Provincial de Andalucía, con el que intercambió opiniones sobre la Reforma del Carmelo y los problemas con los Calzados.

El aspecto actual es fruto del paso del tiempo, pues sus estructuras han soportados grandes deterioros, los más graves causados en 1810 por las tropas napoleónicas durante la guerra de la Independencia.

Se conserva la estructura del edifico monástico original que se ha ido reformando durante el tiempo. La parte más antigua se corresponde con la Celda de Santa Teresa, Oratorio y Sala de las Reliquias, en el ala sur, junto a la iglesia parroquial. Destaca su templo conventual (de mediados del siglo XVII), con su fachada de cantería de aspecto sencillo y sobrio según los cánones arquitectónicos carmelitanos y una bella portada de estilo barroco.

En la plaza de entrada al Monasterio se puede observar la estatua de Santa Teresa de Jesús (y otra de San Juan de la Cruz) y ya en el interior, se puede visitar el museo-relicario del Monasterio, destacando varias reliquias de Santa Teresa y diversos enseres de la fundación primitiva entre otros elementos de interés.

También se puede visitar el locutorio por donde San Juan de la Cruz se comunicaba y atendía espiritualmente a las monjas. En él, hay un cuadro del afamado pintor Ricardo Sanjuán, que representa la llegada del Santo a Beas y la primera entrevista con sus religiosas