Plaza de Santa María y Catedral

Machado nos deja dicho que sus aficiones eran pasear y leer.

José Chamorro, en su obra Antonio Machado en la Provincia de Jaén, intenta reconstruir el itinerario del poeta en sus paseos: “las calles de Santo Domingo, de San Pablo, de San Andrés, la Puerta de Úbeda, el Arco del Barbudo, etc.; destacando “recintos tan artísticos y españoles como la plaza de la Catedral con su fuente monumental, erigida con la majestad de un arco de triunfo, plaza tan solemne como solitaria con el musgo de los viejos muros y la hierbecilla verdegueante entre las losas y piedras del pavimento”.

Entre sus deambulaciones por el casco histórico de Baeza, Machado ha dejado algunas estrofas dedicadas a este espacio, como el famoso poema de San Cristobalón.

APUNTES

III

Por un ventanal,

entró la lechuza

en la catedral.

San Cristobalón

la quiso espantar,

al ver que bebía

del velón de aceite

de Santa María.

La Virgen habló:

Déjala que beba,

San Cristobalón.

La Catedral de Baeza, Bien de Interés Cultural desde 1931, se ha ido erigiendo sobre sucesivas edificaciones: un templo romano, posteriormente una mezquita, hasta su conversión al culto cristiano en el siglo XII. Desde entonces ha sufrido numerosas transformaciones arquitectónicas hasta su estado actual, con múltiples elementos de diversas épocas, como la Puerta de la Luna, de estilo gótico mudejar.

La Puerta del Perdón, de estilo gótico; o la fachada principal que es de estilo renacentista, que es su carácter más dominante. En la reforma renacentista colaboró Andrés de Vandelvira.

El interior de la Catedral de Baeza también presenta estilos diferenciados, con pilares góticos, bóvedas de crucería, rejas renacentistas, capillas mudéjares y capillas renacentistas, así como el retablo mayor, de estilo barroco.

También en el interior de la Catedral, se encuentra el Museo Catedralicio, que conserva piezas de gran valor y reconocido prestigio.