Iglesia de San Isidoro

La Iglesia de San Isidoro es un lugar que Muñoz Molina recrea en ocasiones en sus novelas, como hace en El Jinete Polaco, donde además de plasmar el “ambiente” de Mágina, la utiliza para ubicar a alguno de sus peculiares personajes, como su taurino párroco.

(…) Recordó que no había luz en esa calle tan estrecha, que iba a dar al claro de San Isidoro, donde había una fuente cuyo caudal escuchó al mismo tiempo que el chapoteo en el barro de los cascos de un caballo, que al sacudir la cabeza hizo sonar los arreos de un coche]”(…)

La Iglesia de San Isidoro, que data de los siglos XVI y XVII y construida sobre antiguos restos de una mezquita, es de extraordinario interés al ser una de las pocas construcciones góticas en una ciudad famosa por su arte renacentista. De hecho, aunque el exterior presenta dos fachadas góticas de estilo Gótico Flamígero -representado sobre todo en los pináculos-, el interior es renacentista.