Mercado de Abastos

Seguimos el itinerario con un espacio continuamente mencionado por Muñoz Molina en su novela El jinete polaco, el Mercado de Abastos.

Aquí acude su padre cada día de madrugada para vender los productos duramente recolectados en la huerta familiar.

(…)Ya habría amanecido, su padre estaría en el mercado ordenando la hortaliza húmeda y brillante sobre el mostrador de mármol, y tal vez se preguntaría de vez en cuando dónde estaba él, a cuál de esas ciudades a las que quería irse en la adolescencia lo habría llevado su oficio errabundo de intérprete.” (…)

Antonio Muñoz Molina. El Jinete Polaco.

Aunque ya desde 1878 existía la gran inquietud de dotar a la ciudad de un mercado de abastos para evitar la venta en la calle, hasta 1933 no se encarga la edificación al arquitecto de Linares don Luis Casanova Vila, terminando su edificación en 1935.

El Mercado de Abastos, de estilo racionalista, se erigió en el lugar donde había estado con anterioridad el Convento de Nuestra Señora de la Coronada, del S. XVI.