Monasterio de Santa Teresa de Jesús

El Monasterio de Santa Teresa de Jesús, de estilo barroco, se funda sobre una casa-palacio en 1615 (la construcción del templo se inicia en 1673), tras varios intentos fallidos de fundar en la capital giennense.

Es un templo de estilo carmelitano muy austero y de una composición muy sencilla, que le otorga a su vez una gran belleza. Además de la propia arquitectura, el monasterio cuenta con importantes tesoros en su interior, retablos, esculturas o pinturas, pero donde debemos destacar un auténtico tesoro bibliográfico: el manuscrito del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, también llamado Códice de Jaén.

El Códice de Jaén no es manuscrito autógrafo sanjuanista, pero sí copia directa de la redacción del poeta místico, llegando al monasterio de la capital giennense a través de Ana de Jesús que lo entrega a la madre Isabel de la Encarnación y lo lleva siempre consigo hasta que la envían a la nueva fundación de Jaén, quedando en el monasterio el manuscrito desde entonces. El manuscrito, por tanto, lleva en el monasterio desde su fundación y se guarda desde principios del siglo XX en un estuche de plata en forma de caja finamente tallada y éste, a su vez, protegido por una caja de roble.

El Códice giennense es una verdadera reliquia literaria, siendo el más importante de todos los que se hallan en los conventos de esta provincia, y uno de los más valiosos de todo el orbe carmelitano, al contar con una estrofa exclusiva, la estrofa XI.

Estrofa XI

(…) Descubre tu presencia,

y máteme tu vista y hermosura;

mira que la dolencia

de amor, que no se cura

sino con la presencia y la figura. (…)

Cántico Espiritual. San Juan de la Cruz

Convento de la Inmaculada Concepción Carmelitas descalzas

Este convento carmelita fue fundado en marzo de 1595, siendo su primera Priora la Reverenda Madre Ana de la Encarnación, compañera de Santa Teresa de Jesús.

En el convento prima la falta de ornamentación, de acuerdo con la austeridad que refleja el espíritu de la Orden, pero en dependencias interiores existe una valiosa exposición permanente denominada “Los Tesoros de la Clausura”, que cuentan con una importante colección pictórica entre los que destaca el primitivo retrato de San Juan de la Cruz, pintado por Fray Juan de las Miserias.

También dispone de otras importantes e interesantes colecciones escultóricas, relicarios, ornamentos, etc.

Hoy siguen habitando el convento las Hermanas Carmelitas Descalzas, siendo famosas sus labores de repostería, entre las que cabe destacar los exquisitos roscos de anís de venta en el torno del propio convento.

Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares

La Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares es Monumento Nacional y parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad y recientemente declarada Basílica Menor, es la principal iglesia de Úbeda.

Su vinculación con San Juan de la Cruz viene dada porque en la Colegiata se custodiaron y veneraron las reliquias de San Juan de la Cruz desde la exclaustración de los Carmelitas Descalzos en 1836 hasta su regreso en 1905.

Este templo ha experimentado numerosas transformaciones a lo largo de su historia por lo que no tiene una única unidad arquitectónica definida, pero quizás eso la hace más atractiva.

La iglesia es de base gótica y está construida sobre una mezquita. A su vez, engloba estilos arquitectónicos muy variados: mudéjar, gótico, renacentista, barroco neogótico…

Sin duda, tendrás que visitarla y descubrir todos los tesoros que encierra.

Casa del cirujano Ambrosio de Villarreal

El licenciado cirujano Ambrosio de Villarreal perteneció a una familia ubetense cuna de grandes y afamados médicos.

Este personaje cobra gran importancia en el itinerario sanjuanista porque fue quien asistió a San Juan de la Cruz cuando enfermó y llegó al convento ubetense de los carmelitas, certificando su fallecimiento.

La casa del cirujano se encontraba en la calle de Las Parras, que mezcla las casas de blancas fachadas con la esplendorosa arquitectura palaciega del siglo XVI, por lo que la calle está cuajada de hitos históricos que son de gran interés para el visitante, siendo recomendable su visita pausada.

Entre su arquitectura palaciega destaca la Casa de la Inquisición (aún existente), la Cárcel Episcopal o de Corona y el Hospital de Santa Marina, así como la mayor muestra arquitectónica de la calle, el Palacio de los Porceles, obra manierista del XVI.

Otros autores ligados a la tierra

En cualquier caso, para conocer con mayor detenimiento a éstos y otros autores, se puede consultar el Atlas Literario de la Provincia de Jaén, disponible en el Instituto de Estudios Giennenses (IEG):

Plaza San Juan de Dios, 2, 23004, Jaén.

953 248000 ext. 4125

ieg @dipujaen.es

https://www.dipujaen.es/conoce-diputacion/areas-organismos-empresas/ieg/

El Atlas Literario de la Provincia de Jaén dispone de información sobre autores nacidos en Jaén, o cuya obra trata sobre Jaén, así como obras de referencia sobre Jaén y sus autores.

A continuación se expone parte de la información que se puede consultar en el Atlas Literario de la Provincia de Jaén, destacando como muestra algunos autores.

Francisco de Quevedo Villegas

Nació en el seno de una familia hidalga montañesa, siendo hijo del secretario particular de la princesa María y, más tarde, de la reina doña Ana. Se formó en el Colegio Imperial de los Jesuitas y en la Universidad de Alcalá de Henares, configurándose en adelante como un humanista cultivado especialmente interesado en filología y filosofía, y particularmente en Séneca y los estoicos.

Fue escritor en la Corte y uno de los poetas más importantes del Siglo de Oro junto a su eterno rival Luis de Góngora, con el que mantuvo una rencilla intelectual la mayor parte de su vida.

Es autor de un vasto corpus poético que, sin embargo, no se imprimió en vida del autor ni bajo su vigilancia, de ahí que su posterior recopilación haya resultado tan dificultosa a los estudiosos.

El genial poeta y prosista mantuvo una estrecha relación con algunos personajes importantes de Jaén, lo que propició varias visitas a estas tierras. Es sabido, por ejemplo, que en más de una ocasión acudió a Beas de Segura a ver a su amigo don Sancho de Sandoval, con quien además compartió una fluida correspondencia.

También visitó reiteradamente Segura de la Sierra, donde residía otro gran amigo suyo: don Alonso Messía de Leiva, quien desarrolló una importante labor en la redacción definitiva de algunos de los textos del autor.

Su relación con Jaén queda constatada en algunas de sus obras. Llegados a este punto, cabe destacar el soneto dedicado a Lisi, donde describe con gran plasticidad en los cuartetos ciertos parajes de las sierras de Segura, especialmente el caudaloso río Guadalquivir. Pero una descripción mucho más exhaustiva de estos parajes, y en concreto de Segura de la Sierra, la hallamos en su silva El yelmo de Segura de la Sierra, envuelta de referencias a la mitología clásica. Es más, en un romance, dedicado al itinerario que el propio Quevedo siguió de Madrid a la Torre de Juan Abad, y en el que hizo una escapada a Segura de la Sierra, se refiere a este lugar como “un corcovo del mundo”.

Por último, es necesario referir una carta, fechada en Andújar y dirigida al Marqués de la Velada y de San Román, en la que relata un viaje por Andalucía acompañado del rey Fernando IV en febrero de 1624, donde aporta interesantes datos relativos a lugares jiennenses que se encontraban dentro de su itinerario.

Miguel de Cervantes y Saavedra

Soldado, escritor, novelista, poeta y dramaturgo español. Mundialmente conocido por haber escrito la que posiblemente sea la primera novela de la historia y gran referente de la literatura universal El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Se trata del libro más editado y traducido de la historia, solo superado por la Biblia.

El gran escritor de las letras españolas, hizo acto de presencia en tierras jiennenses. En efecto, bien es sabido que Cervantes pasó algunos años de su vida en Andalucía como recaudador de contribuciones, función en la que no siempre le fue bien, hasta el extremo de verse obligado a expiar sus culpas en la cárcel de Sevilla.

Por los años 1591-1592, como comisario a las órdenes de Pedro de Isunza, visitó varias poblaciones jiennenses. Los principales biógrafos de Cervantes (Fernández Navarrete, Cotarelo y Mori, Navarro Ledesma, Astrana Marín…) mencionan las siguientes: Linares, Martos, Porcuna, Arjona, Marmolejo, Lopera, Arjonilla, Las Navas, Begíjar, Alcaudete, Villanueva del Arzobispo, Jaén, Úbeda y Baeza.

Ahora bien, no existe documentación probatoria conocida para todos estos lugares. Incluso en algún caso se sabe que Cervantes encargó a otra persona la tarea recaudatoria. En algunos de ellos, como en el Archivo Histórico Provincial de Jaén, sí que encontramos documentación con su firma, que prueba la presencia del escritor en la capital del Santo Reino. Tampoco es el caso de Lopera, donde se sabe que Cervantes, entre el 22 y el 25 de febrero de 1592, estuvo recaudando cereal para la Armada Invencible. Un grano que se guardaba en la Casa de la Tercia, que en esos tiempos era el Pósito de la villa de Lopera, destinado a almacenar cereal para su préstamo a los vecinos en épocas de escasez. Podrás visitar la Casa de la Tercia en esta ruta literaria y deleitarte con su exposición de fotografías en color de la Guerra Civil Española.

En cualquier caso, la presencia cierta en otros lugares de la provincia de Jaén y el hecho de haber recibido el encargo de cobrar las contribuciones, nos hace pensar que estaría al tanto de las noticias relativas a la vida y costumbres de los habitantes de las poblaciones a él encomendadas y que una y otra vez recorrería sus caminos, se alojaría en posadas de distinta categoría y conversaría con las más variadas gentes, consiguiendo de esta forma un material argumental de primera mano para la construcción de sus novelas. Por estas circunstancias no debe extrañar que a lo largo de su obra aparezcan referencias a personajes, anécdotas y sucesos relacionados con la provincia de Jaén.

En los textos de Cervantes, podemos encontrar referencias que guardan relación con sus viajes a nuestra tierra, como el texto que hace referencia a la conocida aventura del cuerpo muerto narrada en el Quijote y que todos los críticos cervantinos coinciden en relacionar con el sigiloso traslado del cuerpo de San Juan de la Cruz desde Úbeda a Segovia en 1593, dos años después de la muerte del preclaro carmelita.

Este hecho produjo gran revuelo en la ciudad de los Cerros, que inició un pleito que no se zanjaría hasta 1607. Según la tradición, la comitiva que llevaba el cuerpo del santo fue interrumpida, en opinión de unos, junto a la Peña de Martos, en su camino hacia Montilla, y según otros, en el camino de Madrid a Segovia.

Otra referencia podemos encontrarla en la segunda gran novela del autor, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, publicada un año después de su muerte. En el largo peregrinaje de los protagonistas de la obra, cuando se hallan en tierras españolas se encuentran con una peregrina que tiene previsto visitar, entre otros lugares, la Santa Verónica de Jaén y el santuario de Nuestra Señora de la Cabeza de Andújar. De este último lugar hace una rica descripción que causa la admiración de sus interlocutores.

Por todos estos datos, tanto en los documentos encontrados como en su propia obra literaria, no podemos pasar por alto el hecho de que el escritor alcalaíno dejó su huella en la provincia de Jaén.

Más tarde se trasladaría a vivir a Valladolid, donde con más pena que gloria, llegaría a publicar su novela de El Quijote y posteriormente a Madrid donde pasaría el resto de sus días. Por suerte, actualmente, lo reconocemos como el gran autor español que ha llegado a ser, así como por ser el gran referente universal de las letras españolas.

Camilo José Cela

Nació en Padrón, provincia de A Coruña, el 11 de mayo de 1916, Camilo José Cela es reconocido como uno de los escritores españoles más importantes del siglo XX.

Sus inicios académicos comenzaron en Vigo y más tarde en Madrid, ciudad a la que se había mudado su familia en 1925.En su etapa universitaria, comenzó estudios de Medicina que no llegaría a terminar. En este ambiente frecuentó las tertulias literarias y conoció a Alonso Zamora, Miguel Hernández, María Zambrano o a Max Aub, entre otros.

El estallido de la Guerra Civil marca su carrera literaria. De fuerte ideología derechista, Cela combate en el bando nacional hasta que es herido. Tras el conflicto comienza a trabajar como periodista al servicio del régimen franquista, tanto como confidente como censor. Esa colaboración con la dictadura se mantuvo siempre en un tira y afloja que Cela utilizó durante varios años. De esa primera época es su primera novela La familia de Pascual Duarte (1942), posiblemente la que supuso un mayor impacto sobre la sociedad española y que sería llevada al cine años después.

En 1956 viaja a Mallorca donde, junto a Caballero Bonald, funda la revista Papeles de Son Armandan. También en este periodo crea la editorial Alfaguara donde publica sus textos.

Algunas de sus obras, pese a la colaboración con la dictadura, son completamente censuradas y sus primeras ediciones, como La Colmena (1951), se realizan en Argentina.

Es elegido en 1957 para ocupar el sillón Q de la Real Academia de la Lengua, donde desarrolló una loable carrera como académico.

Su vinculación con la provincia de Jaén se da a través de su obra Primer viaje andaluz: notas de un vagabundaje por Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva y sus tierras (1959). Esta novela entronca con su más afamada novela Viaje a la Alcarria (1948) que, si bien se considera ficción narrada o novelada, también tiene tintes del género de la periégesis o libros de viaje.

En esta línea nace el Primer viaje Andaluz, que dedica a Jaén su cuarto capítulo, y describe diversas poblaciones giennenses. Se detiene en Úbeda y Baeza, así como en otros pueblos, y también en la capital. Es más, el libro fue diseñado, junto al autor, por dos grandes artistas jiennenses: Rafael Zabaleta y Lorenzo Goñi, que dejaron su huella, marcada por su tierra, en la novela.

Entre los numerosos galardones otorgados a Camilo José Cela, destaca, sin duda, el Premio Nobel de Literatura, que le fue concedido en 1989. Dentro del ámbito de las letras castellanas, consiguió los máximos honores con el Nacional de la Crítica (1956) el Nacional de Narrativa (1984), el Príncipe de Asturias en 1987, el Premio Planeta de 1994 y el más importante del mundo hispano, el Premio Cervantes (1995). En definitiva, uno de los escritores españoles más consagrados del siglo XX.

Camilo José Cela murió en Madrid en 17 de enero de 2002 a los 85 años de edad.

Manuel Andújar

Poeta y novelista nacido en La Carolina en enero de 1913. Aún niño marchó a Málaga, donde su familia fijó la residencia y, después de hacer sus estudios en el Colegio Alemán, ingresó en la Escuela de Comercio. Posteriormente vivió en Madrid, Lérida, y Barcelona, siempre relacionado con el libro y la empresa editorial.

En 1939 se exilió a Francia, para pocos meses después, tras una dura experiencia vivida al otro lado de los Pirineos que le serviría como materia de futuros relatos, abandonar la nación vecina y embarcar rumbo a Veracruz (Méjico). De 1939 a 1967 permanece en Méjico, con sólo una breve estancia en Santiago de Chile. Es en Méjico donde funda con José Ramón Arana la revista Las Españas y colabora, junto al Dr. Arnaldo OrPila, en el Fondo de Cultura Económica. En 1967 regresa a España y se asienta en Madrid donde residió hasta su muerte.

Andújar representa, sin duda alguna, la más importante aportación giennense a la narrativa actual. Desde que en 1923 publicase el injustamente olvidado José Toral su espléndida novela «El ajusticiado«, no había sido publicada por un giennense una novela con el nervio y la profundidad dramática como la de «El vencido» de Manuel Andújar.

La crítica literaria insiste repetidamente en vincularlo con Galdós y la Generación del 98. Y así es: su apremio tenso, sus acusados perfiles pesimistas y su acentuado amor a la realidad, son otros tantos eslabones que le ligan y empalman con aquella corriente que -aguas arriba- comenzará a fluir en Quevedo. En este sentido es como entendemos y admitimos el acierto de Marra-López cuando lo define como «escritor de clara estirpe castellana”.

Como poeta, Andújar es un buscador de emociones con amplios recursos de expresión y hallazgos notables. También ha ensayado el teatro con espíritu renovador y técnica compleja. Pero su puesto esencial está en la narrativa áspera, grave y acusadamente testimonial. Falleció en Madrid en abril de 1994.

Patrocinio de Biedma y Lamoneda

Nacida en Begíjar el 13 de marzo de 1845, fue una escritora y articulista cuyo pensamiento feminista y profunda intelectualidad le convierten en la personalidad más relevante de la localidad.

Se casó en 1863 con José María de Quadros y Arellano, natural de Baeza e hijo del marqués de San Miguel de la Vega, trasladándose el matrimonio a la localidad de Baeza. Con veintiocho años quedó viuda, el 9 de febrero de 1873, viendo también morir a los tres hijos de su matrimonio.

La muerte del primero la impulsó a escribir Elegías a la memoria del niño Don José María del Olvido Quadros de Biedma, muerto a los seis años de edad (1874); La oración a mi hijo José del Olvido; y Ecos de amor. A mi hijo José del Olvido, publicadas en La Margarita (1874).

Como poeta abarcó géneros muy diversos, llegando a publicar en colecciones holandesas, como Guirnalda de pensamientos o Recuerdos de ángel, con claras influencias del movimiento romántico.

Su producción narrativa se inicia con Blanca (1870); a la que seguirán 18 novelas más y 4 relatos cortos, denominados por la autora Episodios. Su última novela, La Marquesita (1892), es un homenaje a las gentes de Jaén.

En 1877, acompañada de su amiga, la princesa Rattazzi, se instaló en Cádiz. En esta ciudad fundó y dirigió la revista Cádiz y, en 1878, fundó y presidió la Federación Literaria de Andalucía.

Se casó de nuevo con José Rodríguez y Rodríguez, director de la Crónica Gaditana y archivero jefe de la Diputación, siendo apadrinados por Alfonso XII.

En 1888 tomó parte en el Congreso de Protección de la Infancia celebrado en su ciudad, otorgándosele la distinguida Cruz de la Orden Civil de la Beneficencia de Primera Clase.

En 1898 fue nombrada vicepresidenta en España de la «Ligue des femmes pour le desarmement international» (Liga de las Mujeres para el Desarme Internacional).

El 10 de junio de 1914 murió su segundo esposo, pero lejos de caer en una marchita viudez, continuó con su actividad como animadora cultural, que la llevo a colaborar, firmando como «Ticiano Imab«, en numerosas publicaciones como El Ángel del HogarLa DiscusiónLa MargaritaEl BazarLa Crítica, La IberiaEl Eco de EuropaRevista de AndalucíaFlores y PerlasLa ÉpocaLa Ilustración CatólicaEl Museo PopularLa Correspondencia de EspañaEl ImperialEl ResumenBlanco y NegroEl Álbum Ibero-AmericanoRevista Católica de Cuestiones SocialesGalería de desgraciados, de Madrid; El Mundo IlustradoLa Ilustración de la MujerLa Ilustración Ibérica de Barcelona, entre otras.

Igualmente sus colaboraciones con las publicaciones de su tierra natal fueron muy numerosas: El Álbum del Industrial de Jaén con 28 poemas, Obsequios poéticos a la Virgen de la Capilla (1866-72), El cero de Jaén (1867-68), La Fe Católica de Jaén (1869-70).

El fin de su vida llegó en Cádiz el 14 de septiembre de 1927.

Rafael Láinez Alcalá

Nacido en Peal de Becerro en 1899. Fue catedrático de arte, escritor y poeta giennense. Realizó sus primeros estudios en la escuela nacional de su pueblo y continuó con el bachillerato en el Colegio de Jesús de Úbeda. En Baeza completa su etapa de bachiller en el Instituto General y Técnico de Segunda Enseñanza donde tuvo contacto personal con el poeta Antonio Machado.

Con trece años, Rafael Láinez comienza a publicar sus crónicas como corresponsal en Peal del periódico “La Regeneración” y a colaborar en la revista “Don Lope de Sosa” ambos dirigidos por Alfredo Cazabán Laguna.

A Madrid se traslada para obtener la licenciatura que se ve interrumpida por la Guerra de África en la que participa y desde la que envía crónicas de guerra.

A su vuelta termina la licenciatura en Filosofía y en 1928 obtiene el doctorado con una tesis titulada Aportaciones a la biografía de Don Bernardo de Sandoval y Rojas, obispo de Jaén y arzobispo de Toledo y protector de Cervantes que sería publicada como ganadora del premio Larragoiti.

En este mismo año inicia su andadura docente, primero como profesor auxiliar de Historia del Arte en la Universidad Complutense y después en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando hasta pasada la Guerra Civil en que se incorporaría a la Escuela de Artes y Oficios de Madrid.

En 1945 obtiene su primera cátedra de Historia del Arte en la Universidad de La Laguna (Tenerife) pero no sería hasta 1949 cuando obtiene su cátedra definitiva en la Universidad de Salamanca.

A partir de esta fecha comienza su época de mayor producción literaria y periodística además de fomentar también la divulgación del patrimonio artístico gracias a su intensa actividad conferencial.

En 1969 fue nombrado hijo adoptivo de Salamanca con motivo de su jubilación. En Madrid, es colaborador del Centro de Estudios Históricos, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

De su abundante producción literaria destaca sus trabajos para los periódicos: “La Regeneración”, “Patria”, “La Provincia”, “Paisaje”, “La Esfera”, “Anuario del Adelantamiento de Cazorla”, “Don Lope de Sosa” o la revista “Archivo Español de Arte y Arqueología”.

En cuanto a sus obras mayores destaca su tesis, ya referida, y Pedro Berruguete, pintor de Castilla; ensayo crítico biográfico galardonado en 1934 con el Premio Nacional de Literatura.

Láinez mantuvo siempre una estrecha colaboración con Jaén, lo que le valdría para ser nombrado cronista honorario de Úbeda y miembro fundador del Instituto de Estudios Giennenses.

El mismo investigador cedió al Ayuntamiento de su pueblo natal un importante archivo de gran valor para el entendimiento del movimiento intelectual español del siglo XX.

Años más tarde, el Ayuntamiento de este municipio incrementa este archivo personal adquiriendo la otra parte, rescatando para el pueblo un legado completo de gran interés.

Durante 2007 la Diputación Provincial de Jaén procedió a materializar el proyecto que atiende a la petición del Ayuntamiento de Peal de Becerro de organizar su archivo personal y la catalogación de su biblioteca. El fondo incluye: documentación personal, tasaciones, producción literaria y científica, documentación académica, institucional y fotográfica, así como carteles, láminas, dibujos, mapas y cuadros.

Este programa de investigación especial, fue propuesto y desarrollado por el Instituto de Estudios Giennenses.

Autores con ruta

Este recorrido se inicia con ocho autores principales de dimensión universal por el calado de sus obras: Jorge Manrique, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Antonio Machado, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Juan Eslava Galán y Antonio Muñoz Molina.

Autores prerrenacentistas, místicos, de las generaciones del 98, del 27 y Premios Planeta. Grandes escritores sugestionados por un factor común: las tierras de Jaén, sus gentes, sus tradiciones y su historia que nos permitirá comprender el papel que desempeña Jaén en la literatura.

Jorge Manrique

Por orden cronológico, el itinerario para descubrir la provincia de Jaén a través de estos insignes escritores lo iniciamos con Jorge Manrique, que ocupa un lugar prominente en la historia de la literatura española, especialmente por “Coplas a la muerte de su padre”, sin duda su obra más importante y uno de los primeros poemas difundidos por la imprenta española (Zaragoza, 1480).

Con el poeta guerrero visitaremos la imponente y bella Segura de la Sierra, donde seguramente nació y pasó su infancia.

De aquí a Chiclana de Segura donde disfrutaremos de las mejores vistas panorámicas de toda la provincia. Aquí vivió gran parte de su vida, siendo comendador de Montizón. Además, podrás visitar el único Centro de Interpretación dedicado exclusivamente al poeta.

También es recomendable visitar Baeza, Patrimonio Mundial por la UNESCO y donde casó a su hija Luisa con Manuel, uno de los hijos de Benavides, propietarios del Palacio de Jabalquinto y donde fue derrotado y apresado en una contienda contra Diego Fernández de Córdoba por el mal gobierno de la ciudad.

Santa Teresa de Jesús

El segundo escritor que nos ayudará a redescubrir Jaén, mejor dicho, autora, es Santa Teresa de Jesús, la primera mujer “Doctora de la Iglesia”. Ser escritora en una época en la que las mujeres apenas tenían acceso a la cultura, habla de su fuerte voluntad y personalidad. Sin duda, una mujer adelantada a su tiempo.

Literariamente hablando, Santa Teresa está considerada una de los tres escritores místicos con mayor calidad, junto con fray Luis de León y San Juan de La Cruz, en la literatura española del siglo de oro.

Su vinculación con la provincia de Jaén viene por su labor reformadora de la Orden del Carmelo, donde el Convento de las Carmelitas Descalzas de San José del Salvador en Beas de Segura, tierra “muy deleitosa y de buen temple”, se convierte en su décima fundación y primera en Andalucía.

Sus tres meses de estancia en Beas de Segura cautiva y causa una gran impronta en Santa Teresa de Jesús, como demuestra el hecho de las constantes referencias a la localidad o la fundación giennense en cuatro de los capítulos del Libro de las Fundaciones y en casi treinta cartas de su Epistolario.

En Beas, además del Convento de las Carmelitas Descalzas de San José, donde se conservan varias reliquias de Santa Teresa y diversos enseres de la fundación primitiva entre otros elementos de interés, podrás visitar el “Centro de Interpretación de la Villa de Beas, el Siglo XVI y la Mística”, donde se explica el origen de la fundación beasense y la vida conventual, con exposición de piezas originales del monasterio.

San Juan de la Cruz

Seguimos el itinerario literario por Jaén con otro escritor místico, San Juan de la Cruz, considerado por muchos como la cima de la poesía mística, destacando entre sus obras líricas el Cántico Espiritual y Noche Oscura.

San Juan llega a Villanueva del Arzobispo en 1578, auspiciado por Santa Teresa y la reforma de la Orden del Carmelo. Es nombrado Prior del Convento El Calvario , donde llega muy enfermo y desmejorado por las penurias de su cautiverio en Toledo, por lo que permanece unos meses en el Monasterio de Carmelitas Descalzas. Tiempo que aprovecha confesando y dirigiendo espiritualmente a las monjas, a la vez que encuentra un ambiente idóneo para escribir y trazar los grandes esquemas de su pensamiento.

Además de su estancia en el Calvario, también hay constancia de su paso por la Plaza Mayor del pueblo y de su visita al nuevo convento carmelita que se construyó en el Santuario de la Fuensanta.

El convento del Calvario forma parte de la primera etapa del Camino de San Juan de la Cruz, que se inicia en Villanueva del Arzobispo y enlaza con Beas de Segura hasta Caravaca de la Cruz.

Fue una etapa muy fecunda en lo poético. Aquí ideó e inició la escritura de sus mejores obras. Comenzó su “Cántico Espiritual”, “La noche oscura del alma” y “La subida al Monte Carmelo”

Tiempo después viaja a Baeza, donde fundará el Colegio descalzo del Carmelo, del que será su primer rector. Posteriormente, debido a las disputas carmelitanas y tras ser cesado en todos sus cargos, llega como simple súbdito al Convento de La Peñuela (La Carolina), donde enferma “de unas calenturillas” y lo trasladan a Úbeda, donde morirá a la edad de 49 años.

Son muchos los lugares para hallar a San Juan de la Cruz en Jaén. El Monasterio de Carmelitas Descalzas y el Centro de Interpretación de la Mística en Beas de Segura; el Museo de San Juan de la Cruz, único existente en el mundo, en Úbeda; o encontrarte con importantísimos manuscritos autógrafos de San Juan de la Cruz, como ocurre en Andújar (Códice de Andújar) y en Jaén (Códice de Jaén).

Antonio Machado

De la mística pasamos a Antonio Machado, uno de los poetas más emblemáticos de la Generación del 98. Machado llega a Jaén, concretamente a Baeza, desde Soria, a ocupar la Cátedra de Francés en el Instituto General Técnico, con la intención de paliar el insondable vacío de la muerte de su mujer, acaecida meses antes.

Dentro de la producción poética del autor, son muchas las composiciones alusivas a la provincia de Jaén. De hecho, la etapa baezana es considerada la más importante, fructífera y completa en su evolución personal y de su producción literaria, siendo uno de sus periodos más fecundos y donde se gestan publicaciones de libros tan importantes para la consolidación del poeta como Poesías escogidas (1917), Poesías completas (1899-1917) y las segunda edición de Soledades, galerías y otros poemas (1919).

Baeza, por tanto, es el lugar idóneo para deleitarse con Machado y descubrir sus vivencias en una ciudad que acaba adueñándose del poeta. El nuevo casino, su residencia en calle Gaspar Becerra, el aula donde daba clase en el Instituto, la plaza de Santa María y la Catedral o el deslumbrante paisaje extramuros que le sirve de evasión, son algunos de los lugares literarios que te invitarán, como a Machado, a pasear y leer.

Este itinerario también te llevará a Quesada, cuyo Santuario de la Virgen de Tíscar y la fastuosa Cueva del Agua, Machado conoce en una de sus frecuentes excursiones a las fuentes del Guadalquivir.

Federico García Lorca

De la generación del 98, a la del 27 y, nada más y nada menos, que con Federico García Lorca, poeta universal. Jaén se ha demostrado trascendental para la producción literaria del autor, tanto por el rumbo que toma potenciando su vocación como escritor, como por la propia obra que desarrolla hacia una estética cerrada y furiosa. La Andalucía severa de Jaén es importante para Lorca, como demuestra sus frecuentes referencias al paisaje del alto Guadalquivir, los olivos o el hecho mismo de que su Romancero Gitano se denominara en un principio “Romance de la pena negra en Jaén”.

El vínculo de Federico García Lorca con la provincia de Jaén se inicia con un viaje de estudios a Baeza, donde conoce a Antonio Machado. Este hecho será crucial para despertar su vocación como escritor, puesto que en su adolescencia el joven Lorca siente más afinidad por la música que por la escritura.

Estos traslados estudiantiles no serán los únicos que realiza Federico García Lorca a la provincia, sino que en el año 1925 visita varias veces la ciudad de Jaén en compañía de algunos amigos.

Federico García Lorca te mostrará otra perspectiva de la Catedral de Baeza, de la Plaza y de la Fuente de Santa María, de la Plaza del Pópulo y su Fuente de los Leones, que describe de forma admirada y sombría. Y en Jaén, conocerás a un Lorca más divertido, disfrutando con sus amigos de la Catedral, de la Iglesia de la Magdalena o del desaparecido Acueducto del Carmen y la Senda de los Huertos.

Miguel Hernández

Seguimos en la generación del 27 con Miguel Hernández, que a pesar de su efímera presencia en esta provincia de apenas 72 días – llegó a

Jaén el 2 de marzo de 1937 y la abandonó el 12 de mayo-, ha dejado una trascendental impronta, no solo en el territorio giennense, sino en la propia literatura universal, puesto que esta breve estancia es una de las más prolíficas de su trayectoria literaria.

Destinado a Jaén en plena Guerra Civil Española como comisario en el organismo de propaganda “Altavoz del Frente Sur”, su fecunda y significativa obra en tierras giennenses se inicia el mismo día de su llegada, puesto que ya el dos de marzo fecha “Aceituneros”, que ha llegado a ser himno provincial en Jaén.

No podemos olvidar que su esposa, Josefina Manresa, nació en la localidad giennense de Quesada, donde se rinde homenaje al poeta y a su esposa con el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa, que recoge gran parte del legado de Miguel Hernández en varias salas expositivas. También podrás disfrutar de los rincones hernandianos, una serie de cerámicas que exhiben distintos versos, dibujos de Miguel Hernández o recuerdos de las memorias de su esposa y la propia casa donde nació Josefina Manresa. La visita a Quesada por tanto, es indispensable y, sin duda, una excelente manera de conocer uno de los pueblos más bellos e históricos del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.

En la capital podrás conocer donde residía el poeta con su esposa, que también era la sede del Frente Sur, leer sus poemas en la Plaza de los Naranjos o sentirte abrumado en el refugio antiaéreo.

Como comisario del Frente Sur, Miguel Hernández visita Andújar, donde está presente en el asedio y toma al Santuario de la Virgen de la Cabeza y, aunque no estuvo en este frente, también se relaciona al poeta con Lopera, donde se cree que el soneto “Al soldado internacional caído en España” pudo ser inspirado y escrito en Jaén, al tener conocimiento de lo acaecido en la sangrienta batalla de Lopera con la XIV Brigada Internacional.

Tanto en Andújar como en Lopera, podrás percibir el sufrimiento padecido en el asedio del Santuario de la Virgen de la Cabeza, visitar algunas de las trincheras mejor conservadas de la Guerra Civil o estremecerte en la recreación histórica de la cruenta Batalla de Lopera. Además, te sorprenderás con algunos personajes ilustres que estuvieron en el frente, como los escritores británicos, John Cornford y Ralph Fox, pertenecientes a la XIV Brigada Internacional y que cuentan con emotivos homenajes en Lopera. Lo descubrirás en el “jardín de los poetas ingleses”, en la Casa de la Tercia y en el Centro de Interpretación instalado en uno de los mejores ejemplos de castillo construido por la Orden de Calatrava en la provincia de Jaén.

Juan Eslava Galán

Hablar de Juan Eslava Galán es hablar de Jaén con mayúsculas. Uno de los grandes embajadores de la provincia, cuyo compromiso con su tierra le llevó a ceder en 2012 más de 8.000 documentos de su archivo personal al Instituto de Estudios Giennenses, del que es miembro, constituyendo una extraordinaria herramienta para el acercamiento al patrimonio cultural e histórico de la provincia de Jaén.

El conocimiento histórico adquirido junto con la extensa investigación académica llevada a cabo convierte a Eslava Galán en un riguroso y excelente divulgador de la Historia y que cultiva las más diversas facetas literarias entre las que destaca como novelista (en alguna de ellas utiliza el pseudónimo de Nicholas Wilcox), ensayista, historiador y articulista.

Un autor extraordinariamente prolífico, como demuestra su fecunda obra – casi un centenar de artículos de revista, en torno a una decena de colaboraciones en obras colectivas y casi doscientos libros-.

En su dilatada obra, Juan Eslava Galán hace referencia a la historia, lugares, edificios, paisajes, mitos y leyendas de gran parte de la provincia de Jaén y podrán ser descubiertos en este itinerario.

En Jaén seguirás el recorrido de su Premio Planeta (1987), En busca del unicornio, junto con su obra Los Templarios y la Mesa de Salomón: Puente Tablas, la Catedral o el barrio de la Magdalena, con los baños árabes y la popular leyenda giennense del “lagarto de la Malena” a la cabeza.

En su Arjona natal, disfrutarás con uno de los itinerarios más interesantes del autor siguiendo su novela La Lápida Templaria, que firma bajo el pseudónimo de Nicholas Wilcox: la plaza de Santa María, la Piedra de los Deseos, el Santuario de los Santos, el Bafomet Templario o la capilla bizantina del Barón de Velasco, serán algunos de los seductores lugares que Juan Eslava Galán te hará conocer de una forma trepidante.

Antonio Muñoz Molina

Finalizaremos las rutas literarias por la provincia de Jaén con otro Premio Planeta, el ubetense Antonio Muñoz Molina. Pero la vinculación del Príncipe de Asturias de las Letras con Jaén no es solo por el hecho de ser natural de Úbeda, sino porque la utiliza como recurso literario para encuadrar alguna de sus obras a modo de “maqueta de ciudad” a la que denomina “Mágina” y, aunque no se puede identificar exactamente con ella, muchos de los espacios, situaciones, experiencias y personajes coinciden con su Úbeda natal.

A Úbeda, ciudad monumental y junto con Baeza declarada como Patrimonio Mundial por la UNESCO, le sobran razones para ser visitada (arte, cultura, historia, paisaje, gastronomía…). Pero sin duda, descubrirla a través de los diferentes espacios que recrea Antonio Muñoz Molina en sus novelas es una forma diferente, peculiar y enriquecida de conocer esta ciudad.

Aunque evoca a Mágina con mayor o menor énfasis en otras novelas y artículos (Beltenebros, El dueño del secreto, Ardor Guerrero, Sefarad o Los misterios de Madrid), es en tres novelas donde Mágina está presente de forma abrumadora y es espacio literario fundamental donde se recrea la trama de las mismas: su primera novela Beatus IlleEl Jinete polaco y Plenilunio.

Es en ellas donde podremos identificar algunos de los lugares de Úbeda que Antonio Muñoz Molina ha trasladado a Mágina: la plaza del Reloj, la estatua del general Orduña, la Casa de las Torres (donde novela la leyenda de “la emparedada”) o la Sacra Capilla del Salvador, donde tendrás que localizar a los “juancaballos”.

Trincheras

A lo largo y ancho del término municipal de Lopera se pueden encontrar numerosas huellas de la Guerra Civil Española, puesto que en los alrededores de la localidad se situó la línea divisoria entre los bandos franquista y republicano, conocido popularmente como frente de Andújar.

Especialmente, se pueden visitar dos importantes nidos de ametralladoras junto al Puente del Arroyo Salado, en el paraje Las Esperillas, conocidas popularmente como “trincheras”, que están compuestas por bloques de hormigón armado, hierros entrecruzados y pequeños trozos de piedra. Estos temibles nidos de ametralladoras pertenecían al bando nacional y fueron utilizados como puestos de vigilancia.

La verdad es que no llegaron a entrar en batalla, por lo que están en muy buen estado de conservación y por eso, junto a los espacios aledaños, se han utilizado habitualmente para la recreación de la Batalla de Lopera. El primer nido de ametralladoras está situado sobre un terreno totalmente llano, a unos 2,5 kilómetros del casco urbano.

Su estructura adquiere la forma de “S”, tiene una altura de 2 metros, más de veinte orificios para la instalación de las distintas ametralladoras, pequeños huecos en la parte superior para la colocación de los fusiles y armas automáticas, y zonas interiores para la reserva del armamento y munición.

El otro nido de ametralladoras se haya situado a unos cien metros de distancia del anterior (más alejado de la carretera) y fue construido sobre una pendiente más elevada. Su superficie consta de dos pequeñas escaleras, con tres y dos peldaños respectivamente, provista a su vez de descansos. Su estructura adquiere la forma de “L” y acaba igualmente en semicírculo. Por lo demás, también tiene orificios para la ubicación de ametralladoras, huecos superiores para los fusiles y espacios interiores para la conservación de la munición.

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El jardín de los poetas ingleses

El ejército franquista conquistó Lopera el día de Navidad de 1936 sin que pudiera impedirlo la voladura del puente sobre el arroyo Salado por los republicanos. En los tres días siguientes, tropas de la XIV Brigada Internacional republicana al mando del general Walter, intentaron recuperar la población sin éxito. Durante los ataques y contraataques, la compañía británica del batallón La Marsellesa, alcanzó las primeras casas del pueblo, pero se vio obligada a replegarse. Los republicanos sufrieron unos trescientos muertos y más del doble de heridos. Un número de bajas considerable, cuyo conocimiento afectó en gran manera a nuestro poeta oriolano. Entre las setenta y ocho bajas mortales de los 145 hombres que integraban la compañía británica se encontraban el poeta Rupert John Cornford y el novelista Ralph Winston Fox. Sus cadáveres jamás fueron recuperados.

Cornford, provenía de una conocida familia intelectual -su padre era catedrático de Filosofía Antigua en la Universidad de Cambridge y su bisabuelo era nada más y nada menos que el científico naturalista Charles Darwin-. Siguiendo sus convicciones y fuertes ideales comunistas, se alistó voluntario con el estallido de la Guerra Civil Española. Murió por una ráfaga de ametralladora cuando, heroicamente, intentaba ayudar a un compañero en la Batalla de Lopera el 28 de diciembre de 1936. Acababa de cumplir 21 años y tenía una prometedora carrera literaria por delante. Entre los poemas escritos en España podemos destacar Full Moon at Tierz, A Lefter from Aragón, To Margot Heinemann, Grieve in a new way for new losses y On a Lost Battle in the Spanish War.

Fox, también provenía de una familia acomodada inglesa, pero a raíz de un viaje a la Unión Soviética, su compromiso social y literario queda marcado para siempre. En el verano de 1936 se enrola en las Brigadas Internacionales, de la que será Comisario Político adjunto del 12º Batallón. Murió en la Batalla de Lopera, durante la jornada del 27 de diciembre de 1936 cuando intentaba conquistar el paraje conocido como “Cerro del Calvario”, cuando contaba tan solo con 36 años de edad. Entre sus libros publicados destacan los títulos Capitan Youth, A comedi in three acts, People of the Steppes, A Biography, Marx and Engels on the Irish Questío y Genghis Khan.

El pueblo de Lopera rinde un orgulloso homenaje a estos voluntarios británicos con un sencillo monolito a ambos escritores y una placa de bronce conmemorativa al poeta John Cornford, realizada por el escultor escocés Frank Casey y donada al Ayuntamiento de Lopera por el historiador británico Alan D. P. Warren.

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Monumento a Miguel Hernández

Lopera rinde homenaje a Miguel Hernández a través de un monumento en forma de mosaico de gran formato con el poema “Aceituneros de Jaén”, convertido hoy en día en el himno oficial de la provincia de Jaén.

En la misma plaza se encuentra una placa homenaje a la XIV Brigada Internacional, como memoria y reconocimiento del pueblo de Lopera a su sacrificio.

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Castillo de Lopera

El Castillo de Lopera es uno de los mejores ejemplos de castillo construidos por la Orden de Calatrava en la provincia de Jaén.

Esta imponente fortaleza, que sobresale dentro del casco antiguo, tiene planta pentagonal con cinco torreones y dos torres homenaje. Esta configuración lo hace excepcional.

Conserva a su vez el perímetro amurallado original, que le confiere mayor valor histórico y patrimonial. Este castillo pertenece a la Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén.

Tras su reciente restauración, el castillo cuenta con un formidable Centro de Interpretación cuyas salas están dedicadas a la Orden de Calatrava, a la historia reciente del castillo como bodega y también a la Batalla de Lopera.

La musealización de la Batalla de Lopera cuenta con diversos espacios donde se expone el mapa general de la Guerra Civil, la situación de Lopera en el conflicto, el desarrollo de la Batalla, así como recreaciones de trincheras. Especial atención se hace a algunos personajes ilustres que estuvieron en el frente como los escritores británicos, John Cornford y Ralph Fox, pertenecientes a la XIV Brigada Internacional.

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