Centro de interpretación «Mirador de Jorge Manrique»

El Centro de Interpretación “Mirador de Jorge Manrique” es el único dedicado exclusivamente al poeta guerrero, a excepción del Museo Jorge Manrique de Santa María del Campo Rus (Cuenca), donde falleció el poeta guerrero tras caer herido en combate en las proximidades del castillo de Garcimuñoz.

En él se puede disfrutar de una completa visión de la vida y obra del autor y donde ahondarás en sus facetas de hombre de armas y poeta: antecedentes familiares, el desarrollo de su obra y las impresiones e influencias que ha ejercido en otros autores de la talla de Unamuno, Azorín o Machado.

El Centro de Interpretación “Mirador de Jorge Manrique” es un elemento de extraordinario interés cultural para todas las personas interesadas en el autor y, por tanto, a visitar sin falta.

Palacio de la Encomienda, vivienda de Jorge Manrique

Tras contemplar el grafiti, adéntrate en el Casco Histórico de Chiclana por el audaz túnel excavado en la imponente roca y aproxímate al cercano Palacio de la Encomienda, donde la familia Manrique estuvo alojada como Comendador de la Orden de Santiago.

Se encuentra a escasos metros del mural de Belin, adentrándonos en el Casco Histórico de Chiclana a través del túnel excavado en la roca y que desemboca en la Plaza de la Constitución, centro neurálgico de la localidad y donde se encuentra uno de los edificios monumentales más destacados de Chiclana, la Iglesia de San Pedro, del siglo XVII.

Siguiendo por la plaza hacia la calle Real, nos encontramos con el Palacio de la Encomienda, denominado así puesto que estaba destinado a funciones de administración de la Encomienda, además de tener uso de vivienda. Se piensa que la familia Manrique estuvo alojada aquí durante algún tiempo.

Este palacio también es conocido como Casa de la Inquisición, ya que también fue sede de este tribunal religioso.

Arquitectónicamente hablando, el palacio presenta en el cuerpo bajo portada con arco de medio punto con clave resaltada, jambas lisas y, sobre basamentos, pilastras acanaladas y capiteles; en el segundo piso, balcón adintelado, pilastras cajeadas, frontón partido, pinaculillos con bolas y, rematando la planta alta, cornisa. Llama también la atención la buena sillería y el patio de planta rectangular por sus zapatas, vigas de madera y columnas dóricas.

Mural dedicado a Jorge Manrique

Inicia tu itinerario en Chiclana de Segura deleitándote con la interpretación que hace el reconocido grafitero linarense Miguel Ángel Belinchón (artista plástico español conocido en el mundo del arte como Belin) de Jorge Manrique.

El mural, de gran formato y pintado a mano alzada, lo que demuestra su increíble visión espacial, está realizado sobre la majestuosa pared de roca que históricamente ha protegido a esta localidad, que desafía una geografía imposible.

El túnel de entrada al pueblo fue construido en 1950 por el ingeniero Manuel Tercero Sánchez. En el interior hay 2 placas que conmemoran esta extraordinaria obra de ingeniería.

Por otro lado, el grafiti se realizó en el Primer Festival de la Encomienda, en 2010. En su parte alta se ve la espera de Guiomar de Castañeda, esposa del poeta, con un primer plano de sus ojos y en su parte baja a un quijotesco Jorge Manrique con Chiclana al fondo.

Castillo de Segura de la Sierra (Espacio de interpretación…

El Castillo de Segura de la Sierra se trata sin duda de uno de los principales atractivos culturales, no solo de Segura, sino de todo el entorno, con unas panorámicas portentosas de toda la sierra.

El castillo fue levantado entre los siglos XIII y XIV para defender la encomienda de Segura por parte de la Orden de Santiago (llegó a ser residencia del Gran Maestre de esta Orden), aprovechando construcciones defensivas y palaciegas anteriores (ya en siglo VIII existía una fortificación que protegía a la alquería de Saqura, de cuya época se conservan los restos arqueológicos de los Baños Árabes).

Estructuralmente, consta de dos recintos diferenciados: el alcazarejo, defendido por cinco torres, entre ellas la portentosa Torre del Homenaje, donde actualmente se encuentra el espacio de interpretación de Jorge Manrique; y el recinto exterior, construido en mampostería y que dispone de dos aljibes excavados en la roca y una barbacana superior que da acceso a la puerta principal.

El Castillo consta de varios espacios temáticos, situando en el patio de armas una recreación de oficios medievales; en la capilla y la primera y segunda planta de la Torre del Homenaje se sitúan los ambientes interpretativos referentes a la Orden de Santiago; y ya en la tercera planta de la Torre del Homenaje, el espacio interpretativo sobre Jorge Manrique.

Este espacio interpretativo consta de varias escenografías expositivas del ámbito familiar del poeta guerrero, abarcan desde elementos sonoros que recrean la conversación que Jorge Manrique mantiene con su padre, Don Rodrigo, en el escenario de las Coplas a la muerte de su padre, así como otros discursos interpretativos más ligados a la obra poética del autor.

Tras visitar el espacio interpretativo de Jorge Manrique es posible subir a las almenas de la Torre del Homenaje y estremecerse con las espectaculares vistas que ofrece: el Yelmo, con sus más de 1.800 metros de altitud y símbolo de la Sierra de Segura; Segura La Vieja (poblado íbero), el Cerro de Góntar, el mirador de Peñalta y así un sinfín de hitos que, unido a una lectura relajada de la poesía manriqueña, ofrecerá al visitante una emoción que lo conectará para siempre con Segura de la Sierra.

Casa de la familia de Jorge Manrique

Tras la visita al Mirador, tienes que acercarte a la casa donde nació Jorge Manrique, la que encontrarás a solo unos pasos.

Aunque no está documentado que Jorge Manrique naciera en esa casa (se piensa que en el caso de nacer en Segura de la Sierra, la opción más probable es que naciera en el mismo castillo), sí era la morada de la familia Manrique.

Ya frente a la casa, fíjate en su fachada, que todavía conserva el escudo de la casa de Feria (por Mencía de Figueroa, su madre), lo que evidencia que era propiedad de la familia Manrique.

El edificio pertenece a la arquitectura civil del siglo XVI y en su fachada se observa un arco de medio punto decorado con motivos vegetales, flanqueado por pilastras cajeadas y complementado por pequeñas columnas jónicas.

Tras una cornisa, en la zona alta, se labró en piedra el escudo nobiliario de armas de los Figueroa -en campo de oro, cinco hojas de higuera de sinople puestas en sotuer-, familia materna de Jorge Manrique, junto con una Cruz de Santiago, que denotaba la relación con la orden otorgada por Rodrigo Manrique.

Actualmente la casa es de propiedad privada y no se puede visitar su interior, pero sí recitar sus poemas y percibir la esencia del lugar donde pasó Jorge Manrique su infancia y recrearse en las intrincadas calles por las que seguramente jugó y se forjó como guerrero y como poeta.

Copla XXV

Aquél de buenos abrigo,

amado por virtuoso

de la gente,

el Maestre don Rodrigo

Manrique, tanto famoso

Mirador y monumento a Jorge Manrique

Junto a la Puerta Nueva, una de las entradas al recinto amurallado de Segura de la Sierra y que se encuentra adosada al ayuntamiento, se hallan tanto el monumento a Jorge Manrique, como el mirador que lleva su nombre.

La estatua, obra del reconocido escultor don Miguel Fuentes del Olmo, representa al ilustre escritor en sus dos principales facetas: la de hombre de armas, con vestimenta guerrera y con la mano derecha sobre un puñal; y la de escritor, que, sosegado, sostiene y lee un libro en su mano izquierda. Por tanto, una excelente manera de ilustrar al poeta guerrero.

Al pie de la estatua, una placa reza: » Segura de la Sierra a su hijo más ilustre», Jorge Manrique. Año MCMIC.

La estatua invita a disfrutar de las grandiosas vistas que ofrece el mirador Jorge Manrique, que cuenta con la ayuda de un mapa orientativo donde el visitante podrá identificar los diferentes paisajes que tiene ante sus ojos: río Trujala, cerro del Pavo, la Puerta de Segura, etc.

Sin duda, un espacio donde disfrutar de la lectura de cualquier obra de Jorge Manrique, contemplando el mismo paisaje que debió vislumbrar el poeta siglos atrás.

Rincón literario de Juan Eslava

Un lugar de especial interés y muy directamente ligado al escritor es el “Rincón Literario de Juan Eslava” en la Biblioteca Pública Municipal.

En ella se pueden encontrar todas las obras publicadas por el autor y ordenadas por fecha de publicación. Las obras han sido donadas en su totalidad por Eslava Galán y firmadas en su mayoría.

Junto a las obras literarias, el rincón cuenta con la mesa del antiguo despacho de Juan Eslava Galán, la misma que, junto a la máquina de escribir, fueron utilizadas por el citado autor para la redacción del Premio Planeta “En Busca del Unicornio”.

El rincón literario también dispone de otras piezas donadas por el autor como caricaturas de grandes artistas sobre su figura, trofeos literarios y apuntes y documentación varia utilizada para los libros.

La Lápida Templaria

La Lápida Templaria, elemento que da título a la obra y que genera la trama de la misma, es una piedra de mármol que se encuentra ubicada en un inesperado lugar que el autor desvela al final de la novela.

(…) Iba por el tercer peldaño cuando la descubrió.

Allí estaba, empotrada en el muro de la derecha, bajo el plano inclinado del segundo tramo de la escalera. (…)

La Lápida tiene grabada en su cara externa, mediante una mandala geométrica, el enigma de la Mesa de Salomón, que oculta la clave cifrada del dominio del mundo, el “Shem Shemaforash”.

En su búsqueda rivalizan un curioso y extraño grupo conformado por un excura, un profesor de universidad y una bibliotecaria; la logia masónica, “los doce apóstoles”; dos facciones del Vaticano, entre los que se encuentran los servicios secretos vaticanos; la secta judía lubavitch; y el servicio secreto israelí, el Mossad.

Una serie de elementos, que, tras una acción trepidante a lo largo de toda la novela, sorprende con un inesperado final.

Finalmente, la Lápida Templaria aparece en el propio Ayuntamiento de Arjona, llevada allí por un vecino que se la compró a un gitano de Granada y que la regaló al Ayuntamiento.

(…) En la lápida de mármol blanco, ocupando toda su superficie, la remota mano del marmolista Remigio Cobo había tallado una serie de círculos concéntricos que partían de un ajedrezado central. Cortando los círculos, el fino cincel había trazado una estrella de doce puntas. El conjunto formaba un entramado geométrico de líneas rectas y curvas que contrastaba con la vacía lisura de los márgenes en los cuales se distinguían tres solitarias letras hebreas, una arriba y dos a los lados, las tres letras madres de la cábala. (…)

Ayuntamiento de Arjona

El edificio que alberga el Ayuntamiento de Arjona es una casa de estilo tradicional andaluz del siglo XIX que Juan Eslava Galán describe de manera muy precisa:

(…) El Ayuntamiento de Arjona era una casa de estilo andaluz con luminoso y bello patio interior solado de mármol y rodeado de columnas. A lo largo de los muros, un bello zócalo de azulejos discurría hasta media altura. En los rincones había macetas de aspidistras; en las paredes, tablones de anuncios y grandes y descoloridas fotografías aéreas del pueblo. Al fondo estaba la escalera de mármol que conducía al piso superior.(…)

El Ayuntamiento de Arjona es uno de los últimos lugares que Pío Expósito, protagonista de la novela, visita en la ciudad. Solo acude a devolver un paraguas al secretario, pero se encontrará una inesperada sorpresa.

Una vez dentro del edificio, conviene visitar la estancia denominada Sala de la Antigua Alcaldía, que se utiliza como lugar de recepción para visitas oficiales y que tiene una decoración historicista con reminiscencias medievales islámicas, con elementos típicos de estilos artísticos mudéjares, nazaríes o califales y, por tanto, diferenciada del resto del Ayuntamiento. Esta decoración se encontraba ubicada originalmente en la casa-palacio que el Barón de Velasco, Fernando Ruano Prieto.

Cripta del Barón de Velasco

Esta cripta funeraria familiar, estilo neobizantino, fue construida por encargo de Fernando Ruano Prieto, Barón de Velasco, bajo la Capilla patronal de su misma familia en la Iglesia de San Juan. El diseño es del arquitecto Antonio Flórez Urdapilleta, destacando sus resplandecientes teselas doradas, el ábside presidido por un Pantocrátor, rodeado de cuatro querubines y tres estatuas esculpidas en mármol de Carrara por el valenciano José Capuz, que representan a las Virtudes Teologales (la Fe, la Esperanza y la Caridad).

Lo más singular es su ingenioso mecanismo de desplazamiento a través de rieles para el acceso a los nichos mortuorios. Éstos quedaban ocultos tras las estatuas y se accionaban cuando había que sepultar a alguien. Este es el espacio que Juan Eslava Galán había elegido para ocultar la lápida templaria en su obra, que en la ficción denomina Cripta del Barón de Velillos. El autor también recrea los destrozos que sufrió durante la Guerra Civil Española.

(…) Penetraron en una estrecha estancia. A la derecha arrancaba un monumental tramo de escalera descendente, de mármol de Carrara, muy destruida y llena de cascotes. Descendieron con las linternas encendidas. La escalera describía media circunferencia y desembocaba en una diminuta estancia subterránea en forma de cruz griega. Uno de los lados de la cruz estaba ocupado por un reducido altar tan concienzudamente destrozado que casi resultaba irreconocible. Enfocaron las linternas hacia el suelo. En el centro se amontonaban, dificultando el tránsito, tres monumentales esculturas de mármol de Carrara, de dos metros de altura, tumbadas una encima de otra.(…)