Iglesia de San Juan Bautista

La Iglesia de San Juan Bautista se localiza posiblemente donde estuvo un templo romano dedicado a Baco, convirtiéndose posteriormente en sinagoga judía. De hecho, la iglesia se encuentra en la antigua judería de la ciudad.

El templo, de estilo gótico tardío, se empezó a construir en el primer tercio del siglo XVI. Desde entonces ha sufrido varias remodelaciones, quedando prácticamente destruido en el año 1936 como consecuencia de los hechos acontecidos en la Guerra Civil Española.

Destaca su típica portada plateresca, su bella y estilizada torre octogonal y el rico Sagrario, realizado por el Arcipreste de Arjona Juan Antonio León.

La Iglesia de San Juan Bautista solo es mencionada una vez en el libro, concretamente en la última página, pero es de gran importancia, puesto que es donde fue encontrada la lápida templaria, en un enterramiento bajo tierra (la Cripta del Barón de Velasco, Barón de Velillos en la obra).

Igualmente, el hecho de estar consagrada a San Juan Bautista es otro guiño más a la Orden Templaria, puesto que una de las teorías de algunos estudiosos indica que los Bafomet Templarios simbolizaban a San Juan, cuya cabeza habrían encontrado en unas excavaciones en Tierra Santa y que los Templarios tendrían embalsamada, por lo que estas representaciones harían referencia al Santo.

Aljibe Almohade

Este Aljibe, construido en época Almohade, es el edifico más antiguo que se conserva en la actual Arjona y se encuentra localizado bajo lo que pudo ser la Mezquita Mayor de la Alcazaba de Aryuna.

Su estructura, de planta rectangular, se sustenta sobre tres bóvedas de medio punto, levantadas sobre pedestales de alabastro romano, reminiscencias de la presencia al templo romano de Urgavo, dedicado al Emperador César Augusto.

La función propia de Aljibe era la de contener agua para suministrar a la población de Aryuna, razón por la que el interior no está decorado, estando sus paredes revestidas de mortero.

Tras una restauración y musealización efectuada en el año 2008, con efectos sonoros y visuales que imitan el sonido y movimiento del agua, se ha convertido es un referente turístico de la localidad. El Aljibe forma parte de la Ruta de los Castillos y Batallas de Jaén.

Juan Eslava Galán utiliza el Aljibe Almohade para, una vez más, ofrecer un simbolismo religioso en su novela y recordar su pasado Íbero.

(…) En el suelo, a pocos metros del Bafomet, había una trampa de hierro.

  • Éste debe ser el acceso al aljibe almohade del que nos habló el secretario del ayuntamiento -dedujo Pío.
  • Al aljibe y al manantial -dijo Íñiguez-. Un manantial en un lugar alto sacralizaba un lugar en la religión de los iberos. Y aquí vinieron a instalar los calatravos la iglesia y el Bafomet. (…)

Museo de artes y costumbres Juan Eslava Galán

El Museo de Artes y Costumbres Juan Eslava Galán está ubicado en el antiguo Hospital de San Miguel (también llamado Casa del Rey porque se cree que Ibn Alhamar nació aquí) y comparte edificio con el Museo Arqueológico de Arjona.

Este hito patrimonial no está vinculado con la obra La Lápida Templaria en sí misma, sino con Juan Eslava Galán, que además de dar nombre al Museo, donó la mayor parte de la colección expuesta.

Entre los elementos más representativos que se exhiben en el museo destaca el trono original utilizado en la grabación de la película Lawrence de Arabia.

Inaugurado en noviembre de 2012, cuenta con una importante colección de objetos etnográficos y tradicionales usados por los vecinos de Arjona a lo largo de su historia más reciente: cultura olivarera, objetos típicos de la matanza, habitáculos típicos de las casas, etc. Entre ambos museos se forja un recorrido de manera cronológica y con un marcado carácter didáctico, desde la Prehistoria hasta la época actual, conociendo algunos atractivos como el enterramiento de El Algar, la cultura Íbera, la romana o a personajes ilustres de la localidad, como el fundador de la dinastía nazarí de Granada, Ibn Alhamar, o Helvia, madre del filósofo Séneca.

Bafomet Templario

Si nos detenemos a contemplar la austera ornamentación externa de la Iglesia de Santa María del Alcázar, podremos observar como surge una cara tallada en piedra en una de sus fachadas laterales como único y llamativo motivo decorativo, el llamado Bafomet de Arjona.

Bafomet o Baphomet es un término usado originalmente para describir un ídolo que los Caballeros Templarios fueron acusados de adorar y que posteriormente fue incorporado a diferentes tradiciones ocultas y místicas.

Su simbología suele ser una cabeza con una barba partida e inclinada a ambos lados y/o con dos perfiles que dan lugar a una cara frontal.

Los Bafomet suelen estar colocados en las claves de la puerta principal, cuya simbología se traduce como el “sostén de la Iglesia”.

En general, aunque no siempre se localizan en las claves de los arcos, a veces se ubican en cornisas, en ángulos, ventanas u otros espacios delicados de los edificios.

El Bafomet de Arjona, de origen románico por su hieratismo y rigidez, se sustenta sobre dos tablas (lo que indica que se fundamenta sobre la ley), está colocado sobre la clave del arco de una puerta lateral de la Iglesia de Santa María y no en la principal.

El hecho de que el Papa Clemente V suprimiera la Orden del Temple en 1312, unos doscientos años antes de la construcción del templo, parece indicar que el Bafomet fue incrustado posteriormente en la clave de la puerta y que perteneciera a un fuste u otra parte de un edificio diferente.

Juan Eslava Galán, experto conocedor de la Orden del Temple, aprovecha la existencia del Bafomet en la Iglesia de Santa María para incorporarlo a La Lápida Templaria, como uno de los principales elementos de interés de la trama.

(…) El Bafomet era un rostro de varón tallado en sucinto y primitivo relieve, más románico que gótico, serio el semblante, los ojos saltones, la barba bien peinada y partida, el pelo recogido a los lados de la cabeza como el peinado antiguo de Hathor (…)

Iglesia de Santa María del Alcázar

Localizada sobre la antigua Mezquita Mayor del Alcázar de Aryuna, la robusta Iglesia de Santa María se alza majestuosa en la plaza de Santa María.

Se transformó en templo cristiano tras la conquista de Arjona por parte de las tropas cristinas encabezadas por el rey Fernando III en 1244.

En La Lápida Templaria este templo es de gran importancia porque en una de sus fachadas se encuentra uno de los famosos Bafomet templarios, elemento muy significativo en la trama.

La Iglesia de Santa María es un edificio renacentista totalmente austero de ornamentaciones externas, con planteamientos estilísticos de arte gótico isabelino.

El templo se levanta a modo de iglesia con aspecto castrense o de fortaleza, rodeada por contrafuertes. En 1936, la Iglesia es incendiada y sufre graves daños: puertas, capillas… (hecho que el autor plasma en la obra La Lápida Templaria). El aspecto actual de la Iglesia obedece a las reformas que experimentó tras esta destrucción.

La Iglesia de Santa María custodia desde 1843 las imágenes de los Patronos de la localidad San Bonoso y San Maximiano para protegerlos desde la desamortización de Mendizábal.

(…)

(…) Cruzaron la explanada de los naranjos y se dirigieron a la iglesia de Santa María. La portada lateral, con hermoso arco gótico, reproducía el original perdido cuando el incendio de 1936, que destruyó por completo el templo dejando solamente cuatro muros. Por fortuna, en la fachada principal aún persistía el Bafomet de las fotografías antiguas (…)

Santuario de las Sagradas Reliquias

El Santuario de las Sagradas Reliquias (Santuario de los Santos o Santuario del Alcázar en La Lápida Templaria), es un templo de corte clasicista que data del siglo XVII, obra del arquitecto Juan de Aranda Salazar.

El edificio aprovecha los sillares de la torre Mocha (una de las torres del antiguo Alcázar) y resuelve el desnivel del terreno sobre el que está construido estructurándolo en dos plantas con accesos diferenciados a través de una imponente escalinata exterior.

En la planta inferior, a modo de cripta, destaca un retablo barroco colonial hispanoamericano usado en ocasiones como auditorio para muy diversos eventos.

Eslava Galán presentó aquí su obra La conquista de América contada para escépticos.

En la planta superior, se custodian las reliquias de los patrones de Arjona, los mártires San Bonoso y San Maximiano, cuyos restos son encontradas en una excavación auspiciada por las autoridades eclesiásticas.

Los Santos son personajes de gran importancia en La Lápida Templaria en la búsqueda del enigma que atesora la Mesa de Salomón, apareciendo como un claro símbolo templario al ser santos duales, a imagen del escudo de la Orden, una pareja que cabalga sobre un mismo caballo:

(…) También yo traigo aquí algunas noticias de Arjona: en la cumbre del cerro en el que se asienta la población, un erudito y arqueólogo del siglo XVII, Martín de Jimena Jurado, realizó unas excavaciones de las que pretendidamente salieron a la luz los huesos de muchos mártires, entre ellos los de los patronos Bonoso y Maximiano.

  • ¿Dos patronos? – Se extrañó Isabel.
  • Como en todos los pueblos calatravos, dos patronos -corroboró Íñiguez- (…)

Plaza de Santa María

La Plaza de Santa María corresponde a parte del espacio que ocupaba el antiguo Alcázar de Aryuna, del que apenas queda el antemuro, un imponente lienzo de muralla en talud a base de grandes mampuestos de origen prerromano, heredero de un vasto sistema defensivo que tendrá su máximo esplendor en época islámica (S. IX). La plaza actúa como excelente mirador de la fértil y extensa campiña giennense y su amplitud la convierte en un espacio idóneo para iniciar la ruta literaria. Una plaza, que el propio autor la describe de esta manera en Los Templarios y la Mesa de Salomón:

“(…) Al llegar telefoneé a Pepe Alcántara, concejal de Cultura, amigo de Juan, y me cité con él en la parte más alta del pueblo, la plaza de Santa María, una explanada desde la que se divisa un dilatado y bello paisaje de la campiña olivarera, con la sierra Morena al norte y la peña de Martos y los montes de Jabalcuz al sur. (…)”

Los Templarios y la Mesa de Salomón. Capítulo 1.

En La Lápida Templaria, la Plaza de Santa María es utilizada para contextualizar la ubicación del Santuario de las Sagradas Reliquias (Santuario de los Santos o Santuario del Alcázar en la obra), así como el origen Íbero de Arjona.

“(…) -¡Caramba! -exclamó Íñiguez-. Estamos sobre una ciudadela ibérica. Estos muros en talud y estas piedras son una muralla ibérica, bastante parecida a la de Puente de Tablas. (…)”

Aprovechando nuestra estancia en la plaza es conveniente acercarse a observar un elemento que tiene mucha relación con Juan Eslava Galán: la “Piedra de los Deseos” o de “Las Casualidades”. Se trata de una piedra ritual o ceremonial, ya que eran consideradas como divinidades asociadas a la fertilidad de la tierra o de la mujer y que se denomina arqueológicamente como Betilo. Desde un punto de vista geológico, la “Piedra de los Deseos”, es una esfera de arenisca/caliza que se encuentra muy erosionada, con pequeñas concavidades que puntean su superficie, dándole un aspecto lunar. Actualmente existe en la localidad un ritual que consiste en colocar los 5 dedos de una mano en agujeros de similar tamaño y pedir un deseo. La “Piedra de los Deseos” procede de una excavación que se llevó a cabo en un solar próximo a la antigua Catedral Gótica de Jaén y que llega a Arjona de manos de Juan Eslava Galán, como él mismo especifica en Los Templarios y la Mesa de Salomón.

(…) – ¿Es la esfera de la catedral de Jaén? ¿Cómo demonios ha llegado hasta aquí?

– La trajo Juan. Hace veinte años apareció debajo de los cimientos del bar Sanatorio, en el subsuelo de la primitiva catedral de Jaén. (…)

Los Templarios y la Mesa de Salomón. Capítulo 1.

En la plaza, junto a la Iglesia de Santa María del Alcázar, también se encuentra un monumento a Ibn Alhamar, fundador de la monarquía Nazarí, obra del escultor granadino Cayetano Aníbal González. Es un busto de bronce, colocado sobre pedestal de piedra, así como dos pedestales más con sendas lecturas alusivas al personaje y al acto de la inauguración.

Estatua del General Orduña

El General Leopoldo Saro fue un militar y político destacado en el primer cuarto del siglo XX. Estaba unido a la provincia de Jaén por motivos familiares, promoviendo numerosas actividades de índole social, cultural y económica. En Úbeda fomentó la apertura de la biblioteca municipal, varios grupos escolares, el Parador de Turismo, la reconstrucción de la Casa de las Torres como la Escuela de Artes y Oficios y el Teatro Ideal Cinema. También contribuyó al desarrollo de la línea ferroviaria Baeza-Utiel, aunque nunca llegó a funcionar.

No es de extrañar que el General Saro fuese designado hijo adoptivo de Úbeda. Al general se le erigió una estatua en su honor en la plaza Primero de Mayo, luego reubicada en la plaza Vieja o de Toledo, que pasó a llamarse plaza del General Saro posteriormente y ahora plaza de Andalucía.

El general fue asesinado en agosto de 1936 por milicianos republicanos y parece ser que posteriormente su estatua fue tiroteada por un pelotón anarquista. Antonio Muñoz Molina utiliza la figura del General Saro y su plaza para crear su propio general, el General Orduña, así como su propio espacio literario, la plaza del General Orduña, que está presente en algunas de sus obras (Beatus Ille y El Jinete Polaco). Incluso utiliza el argumento del “fusilamiento de la estatua” para incluirlo en Beatus Ille.

Torre del Reloj

La torre del Reloj se localiza en la plaza de Andalucía, junto a la Oficina de Turismo. Tiene su origen en un torreón perteneciente a la muralla árabe, construido en el siglo XIII y formaba parte de la defensa de la principal entrada a la villa. No es hasta mediados del siglo XVI cuando se adapta la torre para albergar el reloj, que constituye un elemento simbólico de la localidad y un lugar magnífico para ver Úbeda a vista de pájaro, además de albergar las campanas más antiguas de la ciudad.

Para Antonio Muñoz Molina la Torre del Reloj es un integrante representativo en sus novelas y la localiza en la plaza del General Orduña, también espacio principal de Mágina.

(…) Noches de invierno, a finales de año, los escaparates de la calle Nueva y del Real iluminados hasta muy tarde, altavoces con villancicos en los soportales de la plaza del General Orduña, las acacias adornadas con bombillas intermitentes, la estrella de Belén sobre la torre del Reloj […]”

El jinete polaco. Antonio Muñoz Molina

Palacio de los Orozco

Callejeando nos acercamos a la plaza de San Pedro, donde se localiza el Palacio de los Orozco, único ejemplo en Úbeda de la arquitectura palaciega del siglo XIX, de influencia francesa y pinceladas modernistas. El Palacio de los Orozco constituye uno de los escenarios donde Antonio Muñoz Molina desarrolla la acción de su novela Beatus Ille en Mágina.

El palacio es más antiguo que las acacias y los setos, pero la fuente ya estaba allí cuando lo construyeron, traída de Italia hace cuatro siglos por un duque muy devoto de Miguel Ángel […]”

Antonio Muñoz Molina. Beatus Ille.